.Ya antes de decir la frase estaba un poco arrepentida:
debajo de la que quería decirla y experimentar una perversa satisfacción, un ser mas puro y más tierno se disponía a tomar la iniciativa en cuanto la crueldad de la frase hiciese su efecto y, en cierto modo, ya silenciosamente había tomado el partido de "èl" antes de pronunciar esas palabras estúpidas e inútiles ( que podría lograr en efecto con ellas?). De manera que, apenas comenzaron a salir de mis labios, ya ese ser de abajo las oía con estupor, como si a pesar de todo no hubiera creído seriamente en la posibilidad de que la otra las pronunciase.
Y a medida que saliron,comenzó a tomar el mando de mi conciencia y de mi voluntad y casi llega su decisión a tiempo para impedir que la frase saliera completa. Apenas terminada(porque a pesar de todo terminé la frase) era totalmente dueña de mi y ya ordenaba pedir perdón, humillarme delante de él, reconocer mi torpeza y mi crueldad.
¡ Cuántas veces esta maldita división de mi conciencia ha sido la culpable de hechos atroces!
Mientras una parte me lleva a tomar una hermosa actitud, la otra se conduele de ella...y me acusa a mi misma de lo que denuncio en los otros; mientras que una me hace ver la belleza del mundo, la otra me señala su fealdad y la ridiculez de todo sentimiento de felicidad.
Me hundí en una aniquilación total de la voluntad....
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